Habilidades de comunicación
Las habilidades básicas de comunicación se refieren al uso de la palabra escrita y hablada para transmitir información. En aras de la claridad, la información debe presentarse de forma clara y concisa, lo que requiere un dominio excepcional de la ortografía y la gramática, así como entender cómo se puede utilizar el lenguaje para persuadir y comprometerse, y saber cuándo es apropiado utilizar la jerga o los términos técnicos, por ejemplo con los clientes frente a otros abogados. Por ello, los abogados prefieren registrar y tomar notas de toda la correspondencia y las relaciones, para rendir cuentas a sus clientes y a ellos mismos y para facilitar la consulta posterior.
Habilidades personales
La gran mayoría de los abogados trabajan cara a cara con los clientes para atender sus necesidades, por lo que casi no hace falta decir que los abogados tienen que presentarse como personas agradables y profesionales en todo momento, incluso cuando tratan con personas difíciles o discutidoras. Una de las habilidades básicas que debe aprender un abogado es la capacidad de escuchar a su cliente, ya que la gente sentirá que sus problemas se tratarán con eficacia si su abogado puede mostrar comprensión y empatía.
Atención al detalle
La frase “poner los puntos sobre las íes” es ideal para describir el nivel de detalle que requieren los abogados para llevar a cabo su trabajo con eficacia. Mientras que las personas sin formación jurídica pueden sentirse intimidadas por el complejo uso del lenguaje legal en los documentos, los abogados utilizan sus afinadas habilidades para asegurarse de que “todas las bases están cubiertas” y los clientes o consumidores no reciben sorpresas inesperadas. Una de las ventajas de tener una gran atención al detalle es que esta habilidad no sólo puede servirle en su carrera jurídica, sino que puede aplicarse a todas las facetas de su vida profesional y privada.
Resolución de problemas
La complejidad del derecho y los casos en los que hay que aplicarlo hacen que los abogados tengan que desarrollar estrategias eficaces para resolver multitud de problemas. Esto puede implicar a menudo un pensamiento creativo, encontrando una solución a través de un método no convencional o innovador, con el fin de encontrar la mejor manera de manejar un problema. Es seguro que cualquiera que emprenda la carrera de Derecho tendrá que resolver una serie de problemas, desde los más sencillos hasta los más complejos, por lo que el desarrollo de esta habilidad es absolutamente primordial.
Gestión del tiempo
Es bien sabido que quienes trabajan en el campo del derecho se enfrentan a menudo a enormes presiones derivadas de muchas prioridades que compiten entre sí, como las reuniones con clientes, la formulación de documentos, las comparecencias ante los tribunales y otras actividades que requieren tiempo. Aunque muchos abogados recurren a auxiliares jurídicos y asistentes para determinadas tareas, es el propio abogado quien debe planificar y utilizar su tiempo de forma eficaz, para que los clientes obtengan lo que pagan y el trabajo se complete de forma eficiente.
Capacidad de investigación
Antes de Internet, los abogados tenían que leer volúmenes de libros jurídicos en busca de precedentes, estatutos y otra información necesaria, lo que requería mucho tiempo, esfuerzo y coste. Con la era digital, la investigación se ha hecho mucho más fácil, sin embargo, la investigación es algo más que teclear unas cuantas palabras en Google. Las habilidades básicas de investigación requieren el uso del lenguaje, la lógica y una mente abierta para encontrar lo que se busca, así como ser consciente de las muchas vías que se pueden utilizar para obtener información.
Ahora que ya sabes que es un licenciado en derecho exitoso quien cuenta con las habilidades básicas para desempeñar todas su funciones, ¿qué esperas? No te quedes atrás y empieza a desarrollarlas.
